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Un espacio seguro para víctimas de violencia machista de la mano de SAMU en la Comunidad de Madrid

SAMU incorpora un nuevo programa a los servicios que presta en la Comunidad de Madrid. Se trata de un servicio de alojamiento y manutención para víctimas de violencia de género y sus hijos, con el que se presta una ayuda indispensable a mujeres y niños en situación de emergencia por haber sufrido una situación de violencia de género en su domicilio. SAMU gestiona la asignación de una plaza en un hotel, como último recurso para alejar a las víctimas del agresor.

El recurso que ofrece SAMU en varios alojamientos hoteleros es, en realidad, la última solución, pero constituye un recurso indispensable en situaciones de máxima urgencia. “Son casos muy recientes de violencia de género, que han tenido que salir prácticamente corriendo. A veces llegan con estrés postraumático”, señala Nadia García, responsable del programa.

En ocasiones, la Comunidad de Madrid dispone de inmediato de pisos de emergencia para mujeres y niños víctimas de violencia de género, pero en ocasiones estos recursos habitacionales están ocupados, o los que hay disponibles no permiten cumplir con el necesario alejamiento del agresor. En esos casos, SAMU ofrece a las víctimas una habitación en un hotel. “Son alojamientos reservados y discretos”, apuntan desde la entidad.

Los hoteles, que han sido seleccionados por su sensibilidad social, están ubicados en todas la zonas de la ciudad y aplican unos protocolos muy específicos. “Las personas que intervienen, desde el comedor hasta la recepción, intentan tratarlos como unos huéspedes más, si acaso un poco especiales”, señala Nadia García. Se trata de mantener la discreción, siendo conscientes de que esos huéspedes están atravesando una situación de gran estrés emocional. García pone un ejemplo: “Hace poco se alojó una mujer con su hija, y no querían ni bajar al comedor. Pero haciendo un gran esfuerzo, consiguieron que bajara y les atendieron de manera privada”.

Con todo, el objetivo es que pasen el menor tiempo posible en el hotel. La estancia suele rondar los siete o diez días. “En cuanto pueden salir salen, porque se trata de normalizar lo más posible la vida de estas mujeres”. El objetivo es que en el menor tiempo posible dispongan de una vivienda en la que poder continuar con su vida alejadas de una situación de violencia machista.

Esta es una nueva muestra del interés de la empresa por consolidar su expansión en la Comunidad de Madrid. A finales de 2019, se inauguró en la capital una nueva sede institucional, con Alberto San Juan al frente, y desde la que se están coordinando diversos proyectos.

San Juan detalla que la delegación acaba de poner en funcionamiento dos nuevos proyectos. El primero de ellos comprende la gestión del servicio de psicología en los centros juveniles del Ayuntamiento de Madrid. “Este servicio consiste en dar apoyo psicológico a personas entre 14 y 30 años de los centros juveniles”, explica San Juan. También acaba de echar andar un proyecto para el apoyo auxiliar y la mediación intercultural en residencias públicas de protección de menores de la Comunidad de Madrid.

Este último recurso está en la línea de varios proyectos de atención a menores extranjeros que funcionan desde hace meses en la Comunidad. SAMU gestiona tres viviendas compartidas en los municipios de Colmenar Viejo, Rivas y Madrid, con capacidad para 40 chicos de entre 12 y 17 años. Además, en 2021 se han puesto en marcha nuevos recursos. Es el caso de un servicio de acogida residencial de chicas menores de edad procedentes del sistema de protección de Melilla y otro servicio de acogida residencial de menores extranjeros con dificultades de adaptación, con 26 plazas para chicos y chicas de 12 a 17 años.

Otra área de trabajo está centrada en la satisfacción de las necesidades de personas sordas o con discapacidad auditiva. SAMU está ayudando a estas personas de la Comunidad de Madrid a relacionarse con la administración, ofreciendo gratuitamente un servicio de acompañamiento para hacer cualquier gestión. Además, en Móstoles presta un servicio municipal para que cualquier acto público cuente siempre con un intérprete de lengua de signos.

Este curso también ha prestado servicios de interpretación en lengua de signos a alumnos de la Universidad Rey Juan Carlos. El proyecto “asesores sordos” ha permitido trabajar el aprendizaje de la lengua de signos a edades tempranas. Por último, SAMU presta servicios de auxiliares infantiles en Mejorada del Campo, algo esencial en el curso lectivo que ahora acaba, marcado por la pandemia y las medidas de prevención de los contagios.