Entradas

Ana del Valle, una superviviente nata

A sus 107 años, la rondeña Ana del Valle puede presumir de haberle ganado la batalla a dos pandemias: la gripe española de 1918 y el coronavirus Covid-19, del que se recuperó hace unos días en la Residencia Tiempo Libre de La Línea de la Concepción (Cádiz), donde fue trasladada desde la residencia de mayores de Alcalá del Valle.

Su historia ha saltado a los medios de comunicación gracias a su nuera Paqui Sánchez, que le ha relatado los hechos a la periodista María José García, de la televisión local de Ronda (Málaga) Charry TV.

“Ella era una mujer de campo y nos contaba que en su casa estaba todo el mundo malo”, explica su nuera en referencia a su primera gran crisis, hace más de cien años. “No tenían leche ni alimentos, así que ella, con sólo siete años, salió de su casa para buscar leche en el cortijo más cercano. Entonces, se cayó debajo de una encina y, horas después, su madre la encontró con una fiebre altísima”.

Paqui cuenta que ella siempre ha estado “al pie del cañón” y pendiente de su suegra Ana, y que en el verano de 2012 eligió para ella la residencia de mayores de Alcalá del Valle, donde la familia acudía a visitarla con frecuencia. Lo que no podía imaginar la familia era que viviría tan de cerca la crisis del coronavirus. Cuando trascendió que un buen número de profesionales y usuarios de la residencia habían contraído el virus fue un verdadero shock para toda la familia.

Tras la clausura de la residencia de Alcalá del Valle, todos sus usuarios, infectados, fueron trasladados a la Residencia del Tiempo Libre de La Línea de la Concepción, instalaciones que fueron medicalizadas por el equipo de SAMU, que pasó a gestionar su funcionamiento.

“Ana dio negativo en Covid-19 por primera vez el 4 de abril”, cuenta el enfermero Andrés Rodríguez, responsable de este recurso. “Es una señora muy agradable y entrañable. Le gusta mucho ser agasajada, que estemos atentos a ella y que le demos regalitos. Si te sientas a su lado, te cuenta su vida”.

La nuera de Ana del Valle ha agradecido a través de los diferentes medios de comunicación el trato que su suegra está recibiendo en La Línea por parte del equipo de SAMU. “Me llaman todos los días, incluso nos hacen videollamadas, y nos mandan vídeos y fotos”, relata Paqui Sánchez en Charry TV.

La rondeña señala que después de que su suegra Ana diera negativo, por primera vez, en su tercer test, y de que pasara por una unidad de críticos, con sedación y tranquilizantes, el avance en su salud física es increíble. “Según me contaron, un día pidió en la residencia que le dieran el andador y, con la ayuda de una enfermera, consiguió levantarse y caminar un poco por el pasillo”, recuerda.

Paqui Sánchez destaca la calidad humana que han demostrado todos los profesionales que trabajan por el bienestar de su suegra en la residencia medicalizada del Campo de Gibraltar y que mantiene a su familia informada en todo momento: “Los profesionales muestran una gran dulzura y cariño con nosotros y con ellos. Es gente maravillosa. Estamos muy agradecidos”.

SAMU coronavirus

SAMU, en estado de alerta para cuidar de las personas

Hace un mes no podíamos imaginar dónde estaríamos en este raro comienzo de primavera. La crisis del coronavirus ha cambiado las pautas de trabajo y las costumbres domésticas de todos. Vivimos bajo confinamiento y en estado de alarma, y todos los esfuerzos se dirigen a evitar los contagios, especialmente en la población de riesgo.

SAMU, como organización que aspira a la excelencia en la atención médico sanitaria y a colectivos vulnerables, está en la primera línea de la batalla contra el coronavirus en todos sus servicios, centros y delegaciones. Además de nuestro servicio de ambulancias, a cuya actividad hemos dedicado un capítulo especial de esta edición, hemos hablado con responsables de los recursos de la organización, todos son esenciales en estas semanas: la Escuela SAMU, los centros de menores extranjeros no acompañados, los centros para personas con discapacidad intelectual y los pisos para menores extranjeros no acompañados. Todos están dando lo mejor de sí mismos para, en el ámbito de sus responsabilidades, ayudar a contener el coronavirus.

Centros de menores: un “vuelco total”

¿Cómo convencer a un adolescente de que durante unas semanas no podrá salir con sus amigos? ¿Cómo concienciarle de que su contribución es clave para parar al virus? Los centros de menores de SAMU trabajan con decenas de menores que, de la noche a la mañana, han tenido que cambiar radicalmente sus costumbres: no más salidas, no más colegio, no más prácticas.

Los directores de los centros de El Castillejo (en El Bosque, Cádiz), Miguel de Mañara (en Montequinto, Sevilla) y de la Unidad de Acogida Temporal de Emergencia de Ceuta aseguran que los chicos han comprendido la gravedad de la situación y respetan las nuevas normas. “Es un vuelco total, pero hasta ahora su comportamiento está siendo excelente. Me tienen sorprendido”, admite Javier Olier, director de un centro para 24 chicos (de entre 16 y 18 años) en El Bosque.

Los centros son estos días un “búnker” en el que han cambiado horarios y actividades. En Ceuta, donde hay un grupo de 15 niños de entre 10 y 15 años (de un total de 80), los monitores han tomado el relevo del colegio en las tareas de alfabetización. “También estamos haciendo el juego del coronavirus, pintar un virus en la parte de arriba de la mano. Por la noche, cuando se acuesten, tienen que tener el muñeco borrado”, añade Rafael Gallardo, director del centro.

Todos prestan especial atención a las medidas higiénicas. En Miguel de Mañara han tenido que tomar especial precaución con un niño que sufre una enfermedad del sistema inmune: pasa estos días en una habitación para él solo y, si sale, es con mascarilla y guantes.

Por la tarde, los centros suelen programar talleres especiales sobre las tareas más variopintas, casi siempre útiles para luchar contra la pandemia: cómo elaborar mascarillas con camisetas, manualidades de murales y pancartas, risoterapia, música en directo, autoestima, cinefórum con películas y reportajes sobre el coronavirus…

En el centro de Inserción Socio-Laboral de Corteconcepción, en la Sierra de Aracena de Huelva, por ejemplo, el equipo educativo combate el sedentarismo y la inactividad con talleres de movimiento expresivo. “A través de esta actividad, los chicos desarrollan la imaginación, el placer por el juego, la improvisación, la espontaneidad y la creatividad, con el objetivo fundamental de ayudar a gestionar el estrés diario”, explican desde el centro.

“Tener a los niños todo el día encerrados nos obliga a darnos a la imaginación”, explica Julia Almeida, directora del Miguel de Mañara (25 niños de 12 a 18 años), que detalla una actividad muy especial: consiste en que cada chico exponga un objeto personal y cuente la historia de ese objeto. Así se trabaja el arraigo, la autoestima y el conocimiento de los compañeros.

En el caso de El Bosque tienen la suerte de que cultivan sus propias verduras en un huerto que estos días los chicos miman con especial cariño. Producen cebollas, lechugas de roble, escarola, pimientos… “No hemos llamado al frutero, las verduras han salido de aquí”, cuenta con orgullo Olier.

Pero si algo tienen claro en todos estos centros es que para seguir en la buena línea será esencial trabajar la motivación y la disciplina. “De nada vale que lo hagan dos días y luego se les olvide”, advierte Gallardo. “Todas las mañanas, antes de desayunar, durante el recuento, me siento con ellos y les cuento la situación para que sean conscientes de que hay que continuar con las medidas”, concluye Olier.

Pisos de acogida: el papel de los referentes

Si es difícil concienciar a un grupo de adolescentes de un centro, la situación es aún más compleja cuando los chavales viven en un piso con mayor libertad de movimientos. “Al principio el confinamiento fue complicado. La mayoría están acostumbrados a entrar y salir a sus centros escolares, sus prácticas o su ocio. Son adolescentes y algunos rompían la norma”, admite Juan Carlos Rodríguez, responsable de tres pisos para un total de 40 menores no acompañados (de 12 a 18 años) en Coslada, Rivas y Fuencarral (Madrid).

Sin embargo, el esfuerzo del equipo educativo está logrando revertir la situación: “Poco a poco, hablando mucho con ellos, están cumpliendo. Están entendiendo que, aunque a ellos no les afecte considerablemente, pueden generar una situación muy compleja”, añade Rodríguez.

Es el momento de poner en práctica estrategias y habilidades de negociación y mediación y de echar mano de cualquiera que pueda ayudar. Es el caso de Allae y Salah, dos chicos que acaban de cumplir la mayoría de edad, pero que siguen en los pisos por la alerta sanitaria. Su ayuda está siendo esencial: “Cuando son modelos positivos se convierten en referentes muy fuertes. Se les escucha bastante ante cualquier crisis o frustración, a veces más que a un educador, porque los chicos se identifican con ellos”.

Centros para personas con una discapacidad intelectual: “Gracias por ser la sonrisa”

Hace unos días los usuarios de la residencia Santa Teresa de Villafranca de los Caballeros (Toledo) grabaron un vídeo en el que demostraban que ellos también saben lo que nos estamos jugando: “Tenéis que ser responsables, quédate en casa”. “Tenéis que lavaros las manos con frecuencia”, decían. Son personas con una discapacidad intelectual entre leve y moderada, y un día antes habían grabado otro vídeo para agradecer el trabajo de sus cuidadores. “Fue emocionante. No hacemos más que nuestro trabajo, pero llevamos unos días de muchos nervios y tensión para intentar protegerlos”, cuenta Sonia Oliver, directora del centro, que da servicio a 34 personas.

Estos días los pasacalles, las obras de teatro, los paseos con los perros que acoge la protectora de animales, el coro, los partidillos de fútbol o los cafés con las mujeres de este pequeño pueblo manchego se han sustituido por actividades de interior. Según Oliver, un cambio “brutal” que empezaron a aplicar dos días antes de que se decretara el estado de alarma.

“No salir es lo que peor llevan, porque lo asocian con una falta de premio”, confirma María José Tinoco, que dirige la residencia San Sebastián en Cantillana (Sevilla), con 56 usuarios. En este centro están documentando estas semanas en un diario fotográfico de la cuarentena. Los residentes tienen ahora menos tiempo para pasar fuera de sus habitaciones y se han configurado grupos de trabajo más reducidos para las actividades.

“Desde el momento en que hay una discapacidad intelectual podemos intuir que hay dificultad para gestionar determinadas situaciones o emociones”, resalta Tinoco. En Cantillana realizan talleres de emociones, donde aprenden a gestionar las emociones de estos días. De momento, funciona: cada día la hora del aplauso se adelanta unos minutos, porque todos quieren empezar a aplaudir los primeros.

La receta de Sonia Oliver es clara: “Darles información de lo que está sucediendo, que lo entiendan y que sepan que, si pasa algo, estamos preparados para cualquier urgencia. La sensación de que están protegidos es fundamental”.

El otro pilar debe ser la familia, estos días en la distancia. Hace unos días, Tinoco recibió una carta dirigida a todo el personal de su centro: “Gracias por ser la sonrisa, el apoyo, la motivación, la alegría, la calma, el paño de lágrimas, el cuidado de todos los residentes, que por desgracia sus familias no podemos darles en persona ahora”.

Unidad de Estancia Diurna San Lucas (Sevilla): el cierre, un “impacto para las familias”
Las unidades de estancia diurna están entre los centros cerrados por orden de las autoridades. Rocío Álvarez, directora en funciones de la unidad para personas con discapacidad intelectual de SAMU en Sevilla, cuenta que antes del cierre intensificaron los talleres de higiene de manos (adaptados a sus características) y enviaron una carta a las familias con recomendaciones para estos días.

El cierre es un impacto para las familias, porque deben reordenar su vida con una persona con discapacidad”, destaca Álvarez. Algunas se han agrupado para poder atender a personas con discapacidad que hasta ahora hacían uso de los centros de estancia diurna. Otros han reducido su jornada o reestructurado sus horarios.

Para el personal, el impacto también ha sido grande. Sin usuarios y por mucho trabajo que puedan hacer a distancia, hay servicios que no tiene continuidad. Álvarez asegura que el talante sigue siendo positivo: “Entendemos en lo que estamos”.

Escuela de SAMU: contribución a los gabinetes de crisis

Escuela de SAMU también ha alterado drásticamente su funcionamiento. Como todos los centros educativos del país, la formación presencial se ha sustituido por la educación a distancia mediante el uso de plataformas virtuales. Pero si algo distingue a SAMU es su experiencia en situaciones difíciles. Por eso, los alumnos del Máster de Enfermería se han volcado en la contribución a varios gabinetes de crisis.

“Es un grupo de alumnos bien formado y acostumbrado a trabajar de esta forma. Están prestando un gran apoyo a la rama sanitaria y prevención de riesgos”, apunta Thomas Couyotopoulo, responsable de la escuela.

Desde días antes de la declaración del estado de alarma, estos estudiantes trabajan sin descanso para recoger información de utilidad para los profesionales de SAMU, que sirve para actualizar los protocolos de prevención. Además, la Escuela está colaborando con la Junta de Andalucía en el estudio de un posible despliegue de un hospital de campaña. “En el máster estamos acostumbrados a hacer gabinetes de crisis y preparamos a los alumnos para estas situaciones”.

SAMU, al frente del Hotel Alcora Sevilla en la lucha contra el Covid-19

Dentro de las acciones llevadas a cabo por SAMU durante los últimos días, la entidad se ha encargado de habilitar un centro asistencial medicalizado para ancianos afectados por coronavirus en el Hotel Ilunion Alcora Sevilla, en San Juan de Aznalfarache.

Estas instalaciones, al igual que otras en La Línea (Cádiz), Granada y Málaga, forman parte del refuerzo sanitario acordado por el Consejo de Gobierno de la Junta para atender a ancianos procedentes de residencias que no reúnen las condiciones médicas necesarias para su atención en esta crisis.

El equipo de SAMU montó en tiempo récord un centro asistencial con cinco salas medicalizadas, boxes de cuidados intensivos y habitaciones habilitadas para el descanso del propio personal sanitario. El hotel es propiedad de la cadena Ilunion, del grupo social ONCE. Tanto la cadena hotelera como el Ayuntamiento de San Juan se han volcado con SAMU en hacer realidad este proyecto.

Concesur Automoción cede dos vehículos a SAMU para luchar contra el coronavirus

Grupo Concesur Automoción, a través de sus concesionarios oficiales de Mercedes-Benz en Sevilla, ha realizado una cesión de dos vehículos para hacer posible las labores de asistencia médica y de emergencias que está llevando a cabo SAMU para luchar contra el Covid-19.

Concretamente, las unidades donadas por Grupo Concesur Automoción son una Mercedes-Benz Vito Tourer con nueve plazas y una Mercedes-Benz Citan Tourer con cinco plazas, ambas para el transporte de pasajeros. La cesión se realiza de una forma totalmente desinteresada y por todo el tiempo que dure la actual crisis sanitaria.

Gracias a esta cesión altruista, SAMU podrá seguir prestando asistencia en el transporte y desplazamiento de personas afectadas por el coronavirus. Desde SAMU agradecen la generosidad de Grupo Concesur Automoción, que evidencia su solidaridad y su sensibilidad con la necesidad de redoblar esfuerzos en estos momentos tan críticos en la lucha contra la pandemia.

‘Eid Al Adha’ en Motril: Compartir mucho más que un almuerzo

Los menores del COISL SAMU de Motril (Granada) celebraron el 11 de agosto, junto al equipo educativo del centro, la Fiesta del Cordero, o Eid Al Adha. Esta fiesta, conocida como la “celebración del sacrificio”, es la mayor festividad para la población musulmana. Conmemora el pasaje recogido en el Corán en el que se muestra la voluntad de Abraham de sacrificar a su hijo Ismael como un acto de obediencia a Dios, antes de que éste interviniera para proporcionarle un cordero y que sacrificara a este animal en su lugar.

Para su celebración, las familias musulmanas tienen como tradición el sacrificio de un cordero para comerlo y disfrutarlo todos juntos. Como es lógico, los menores del COISL no realizaron dicho sacrificio, sino que en su lugar encargaron la carne de cordero y otras, y se desplazaron hacia la Cañada Vargas, una zona de barbacoas situada en Torrenueva Costa. Una vez allí, los menores, con ayuda de sus educadores, organizaron y prepararon toda la barbacoa y degustaron el cordero entre risas y juegos dinámicos.

Al finalizar el almuerzo y tras recoger el recinto, los menores pusieron rumbo hacia la playa de la misma localidad para paliar el intenso calor del día de la celebración. Una vez allí, la gran mayoría de los chicos pasó toda la tarde nadando, paseando por la playa y, en general, disfrutando de un gran día. Durante el desarrollo de la actividad en la playa, uno de los menores ayudó a una familia a sacar del agua a un niño en problemas, alertando a los socorristas del lugar la situación. La familia se mostró muy agradecida.

El ambiente general de la jornada fue muy bueno. Pudimos observar en cada uno de los menores el proceso de adaptación y el trabajo realizado en el COISL, destacando el trato entre los chicos, la organización de los mismos para preparar el recinto, la predisposición a compartir y disfrutar juntos, y las risas generalizadas durante todo el día.

Una vez en casa y para finalizar la jornada, se hizo entrega a los menores de un pequeño detalle para conmemorar la celebración de Eid Al Adha, ya que la tradición en países como Marruecos incluye el ofrecimiento de regalos entre los diversos miembros de la familia.

Autor: Alejandro Morales. Educador COISL SAMU Motril

Carrera Nocturna del Guadalquivir / SAMU

Dentro de la mayor carrera nocturna de Europa

Más de 20.000 corredores participaron el 27 de septiembre en la KH-7 Nocturna del Guadalquivir, la carrera popular sevillana que ya está considerada como la más importante de su categoría en Europa y una de las tres más destacadas del mundo. Las cifras de participación así lo atesoran. La fiesta del deporte recorrió algunos de los sitios más emblemáticos de la capital, como la Torre del Oro, la plaza de la Maestranza, el parque de María Luisa y el Costurero de la Reina o la Basílica de la Macarena, bajo la vigilancia de un dispositivo de seguridad y emergencias sanitarias del que volvió a formar parte SAMU.

Más de cien profesionales entre médicos, enfermeros, técnicos en emergencias sanitarias y auxiliares de enfermería, además de alumnos de la Escuela SAMU, y una flota de más de 25 vehículos como UVI móvil, ambulancias, vehículos de carga y motos, formaron el despliegue de SAMU en la prueba.

Sus objetivos: acercar la asistencia médica de calidad a los participantes en la carrera; facilitar la operativa del los servicios médicos de la comunidad y, especialmente, con los servicios de emergencias sanitarias 061; y realizar un plan de contingencia dentro del plan de autoprotección del dispositivo en coordinación con el resto de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

La operativa de este dispositivo estuvo formada por estructuras fijas y móviles a lo largo de los 8 kilómetros y medio de la carrera. Así, se instalaron dos Puestos Médicos Avanzados (PDMA), uno en la zona de salida-meta en glorieta Buenos Aires, y otro en el Centro de Formación Permanente (CFP) de la Universidad de Sevilla situado en el Paseo de las Delicias. Ambos tenían capacidad de atención, resolución o estabilización previa al traslado a centro útil, según la gravedad y necesidad de los pacientes atendidos.

Los PDMA contaban con zonas para el registro de los pacientes y triaje; una zona de críticos con dos médicos, dos enfermeros y un auxiliar, una zona de cuidados intermedios y otra de urgencias no vitales. Además, a lo largo del circuito se distribuyeron diferentes UVI móviles y vehículos de intervención rápida para cubrir emergencias en todo el recorrido.

La carrera transcurrió de manera fluida para los corredores y sin incidentes reseñables, salvo asistencias sanitarias leves.

Esta prueba deportiva se ha convertido en una cita obligada y desde las diez de la noche, momento en el que se dio la salida, las calles de la ciudad se inundaron de deporte, diversión y el característico color naranja propio de la Nocturna, además de los miles de corredores y también de ciudadanos que se congregaron a lo largo del circuito para animarles.

El atleta Luis Miguel Moreno se impuso en categoría masculina, seguido de Juan Robles y Sergio Cruz. En categoría femenina, Carolina Robles hizo lo propio por delante de Mude Rodríguez y de Carmen Valle. También resultaron ganadores Joaquín García en silla de ruedas, Javi Reja y Eva María Robles en handbike, y Coca-Cola European Partners como entidad con mayor número de participantes.

Elisa Lallave, coordinadora del departamento de prevención y formación de SAMU

Elisa Lallave, coordinadora de Prevención y Formación de SAMU: “Mis compañeros cuidan de las personas, y yo cuido de ellos”

Elisa Lallave (Almendralejo, Badajoz), diplomada en Relaciones Laborales por la Universidad de Sevilla, se incorporó al equipo de SAMU en mayo de 2016 con el reto de poner en marcha y coordinar el departamento de Prevención de Riesgos Laborales y Formación de la entidad, actualmente con más de 50 recursos y una plantilla que supera los 1.300 trabajadores.

 

—¿Por qué aceptaste el reto de trabajar en el departamento de Prevención de Riesgos Laborales de una empresa de emergencias como SAMU?
—En 2014 contacté con SAMU y les entregué mi currículum con el objetivo de trabajar en su departamento de recursos humanos, mi especialidad. Al cabo de dos años, en mayo de 2016 me llamaron y me ofrecieron el reto de liderar el departamento de Prevención de Riesgos Laborales y por supuesto que acepté. Era un privilegio para mí trabajar para SAMU.

—¿Cuál es su labor dentro de SAMU?
—Lidero toda las actividades de la empresa en materia de seguridad y salud en el trabajo, tanto a nivel interno (los trabajadores de SAMU) como a nivel externo (servicio de prevención ajeno, mutua, auditorías, administración…).

—¿Cómo se estructura el departamento que lidera?
—Mi departamento cuenta con dos pilares fundamentales. Por un lado están los planes de autoprotección y los planes de emergencia, que son específicos de cada centro. Se trata de una especie de manual que permite a cualquier persona, en especial a bomberos u otros servicios de emergencias, conocer el centro sin necesidad de visitarlo. En este documento se recoge toda la información necesaria sobre el centro, como por ejemplo, número de habitaciones, salidas, planos, boca de salida de agua, cómo hay que evacuar el edificio en caso de incendio o catástrofe… Todo. Es una herramienta imprescindible.

—¿Y el segundo pilar, cuál sería?
—La prevención de riesgos laborales en sí, que consiste en la evaluación, centro por centro y puesto por puesto, de los posibles riesgos laborales existentes. No son los mismos los riesgos que asume una limpiadora de las oficinas centrales de SAMU, que el educador de un centro especializado en la atención de personas con trastorno de conducta, por ejemplo. Una vez realizada esta evaluación, se informa y se forma a cada uno de los trabajadores en función de su puesto y su centro. Además, se planifican, coordinan, ejecutan y se realiza el seguimiento de medidas correctivas y preventivas para evitar posibles accidentes. En caso necesario, se hace entrega de los EPI (Equipos de Protección Individual). ¿Cómo se hace todo esto? Pues a base de información, formación, visita a los centros, hablando con los directores de los diferentes recursos, etcétera. Haciendo cosas muy sencillas se pueden evitar accidentes.

—¿Cuenta Fundación SAMU con un Servicio de Prevención Propio?
—Sí, debido al volumen de la plantilla, estamos obligados por ley. Este Servicio de Prevención Propio estaría dentro de este segundo pilar del que estamos hablando y su desarrollo ha sido posible gracias a la colaboración de mi compañera Laura Garnes Jordán.

—¿En qué consiste este Servicio de Prevención Propio?
—En la integración de la prevención en todos los niveles de la empresa y el fomento de la cultura preventiva. Nuestro objetivo es que toda la plantilla forme parte de este servicio y se implique en su desarrollo. Queremos que todos los niveles de la empresa tomen conciencia de los riesgos, se comprometan y confíen en la prevención.

—¿Cuáles son los principales retos que se plantea para el próximo año?
—Para mi departamento es muy importante el bienestar psicosocial de los trabajadores de SAMU, que se enfrentan a situaciones delicadas y estresantes. Hay que tener en cuenta que tratan con personas con discapacidad intelectual, trastorno de conducta, personas con problemas de salud mental, menores inmigrantes, pacientes críticos… La empresa ya trabaja en la comunicación no verbal, la gestión de emociones, el lenguaje no violento. Nuestro reto es escuchar a los trabajadores, saber qué les preocupa, sacar conclusiones y tomar medidas que mejoren su calidad laboral.

—¿Y otros objetivos a medio-largo plazo?
—Queremos desarrollar un manual sobre el procedimiento de prevención de riesgos laborales dirigido a todos los directores de centros, coordinadores y jefes de área; así como un protocolo de bienvenida para cada trabajador; campañas de concienciación, formación e información en colaboración con las mutuas o el servicio de prevención ajeno, como por ejemplo campañas de ergonomía para evitar lesiones de espalda, protocolos de riesgos biológicos sobre la transmisión de enfermedades como el sida, la tuberculosis o la sarna e investigación de accidentes laborales para bajar el índice de siniestralidad; además de fomentar el compromiso de la plantilla, la cultura preventiva y la constitución de un comité de seguridad donde estén representados todos los niveles de la empresa.

—La lista es larga, tiene mucho trabajo por delante.
—Me apasiona lo que hago con total compromiso, sin obviar la responsabilidad de velar por la seguridad y la salud de todo el equipo. Quiero devolverle a los trabajadores de todo el equipo de SAMU el compromiso que ellos tienen con la sociedad proporcionándoles bienestar. Son personas dedicadas a salvar vidas y acompañar a colectivos que requieren una atención especial. Ellos cuidan a las personas, y yo cuido de ellos, les escucho, quiero saber sus necesidades e inquietudes.

oficiales médicas Perú SAMU

Mujeres de la élite de las Fuerzas Armadas de Perú se forman en emergencias sanitarias con SAMU en Sevilla

SAMU formará durante 30 meses en Gelves (Sevilla) a tres mujeres médicas de la élite de las Fuerzas Armadas de Perú en un programa académico en atención prehospitalaria, emergencias, catástrofes y gestión de crisis, y prevención de riesgos de desastres. Estas tres oficiales ya están en la ciudad, como resultado de un convenio firmado por la organización sevillana y el Ministerio de Defensa del país andino.

La mayor (comandante) Carol Janeth Arias Fajardo del Ejército de Tierra; la teniente primero Mariel Sayuri Jaimes Ferreyra perteneciente a la Marina; y la capitana médico Shaila María Clara Caqui Yanet, de la Fuerza Aérea de Perú, ya han empezado su adiestramiento en SAMU.

Durante dos años y medio, recibirán una formación exhaustiva especializada en urgencias, emergencias y acción social y humanitaria, que incluye su participación en el Máster de Emergencias Médicas de SAMU y la Fundación San Pablo Andalucía CEU.

Su adiestramiento también contempla los cursos especializados en medicina táctica que imparte Escuela SAMU, como el curso de Prehospital Trauma Life Support (PHTLS), que cuenta con la acreditación de la National Association of Emergency Medical Technicians (NAEMT), líder mundial en programas educativos de emergencias sanitarias, entre otros.

“Tenemos unas expectativas muy altas. Nuestra meta es afianzar nuestros conocimientos y adquirir otros nuevos que nos permitan abrir en Perú una escuela de emergencias similar a la que SAMU tiene en Sevilla”, ha explicado la mayor Arias Fajardo. “La Marina sí cuenta con cursos similares, pero no son tan completos ni de tan alto nivel como el que tienen aquí”.

Además de su formación, estas oficiales también participarán en el resto de servicios profesionales de SAMU, como el traslado de pacientes críticos, o en los diferentes dispositivos sanitarios llevados a cabo por la entidad en Sevilla, como, por ejemplo, el que desplegará el 27 de septiembre con motivo de la Carrera Nocturna del Guadalquivir o las coberturas de emergencias de los partidos del Sevilla FC.

El director general de SAMU, Carlos González de Escalada, ha explicado que este acuerdo con el Ministerio de Defensa de Perú es un gran desafío tanto para las tres oficiales médicas como para la propia organización. “El convenio será un escenario de transferencia de tecnología, intercambio de experiencias, actividades de investigación científica y organización de programas académicos de alcance internacional”, ha subrayado De Escalada.

SAMU es una organización pionera en España en el sector salud, acción social y emergencias, con más de 37 años de experiencia. Cuenta con 42 sedes en seis comunidades autónomas y presencia internacional en Estados Unidos, tiene una plantilla de más de 1250 profesionales y ha formado a más de 11000 alumnos en salud y emergencias a través de su Escuela SAMU, con sede en Gelves (Sevilla).

Menas COISL Motril SAMU Alhambra

Sueños en la Alhambra

Washington Irving escribió: “Estoy pisando una tierra encantada y me encuentro rodeado de románticos recuerdos. […] Fue siempre esta ciudad objeto que despertó mis sueños; mi fantasía recorrió con frecuencia las románticas estancias de la Alhambra. Y he aquí, por vez primera, realizado un sueño. Sin embargo, no doy crédito a mis sentidos y hasta dudo que habite el palacio de Boabdil o que contemple la hermosa Granada desde sus balcones”.

Con la misma fascinación del escritor estadounidense del Romanticismo, los menores de RB Motril de SAMU tuvieron la oportunidad de visitar este lugar mágico: la Alhambra, el Castillo Rojo, Fortaleza del Reino de Granada y corazón de la misma.

Algunos de ellos no conocían su historia, y quedaron asombrados al conocer las batallas, logros y sucesos que tuvieron lugar en esas paredes rojizas. Se sintieron muy cerca de sus orígenes en cada escritura árabe que adornaba sus rincones, compartiendo su significado con los compañeros que desconocían el idioma. Y a su vez, orgullosos, cuando escuchaban a los guías hacer hincapié en la riqueza que la civilización musulmana, en su paso por España, nos había dejado. Gracias a su pasión y culto por el agua, a la vegetación y a sus conocimientos arquitectónicos llenos de gran talento, minimalismo y perfección, podemos disfrutar hoy en día de lugares como la Alhambra, el Generalife, la Mezquita de Córdoba, la Giralda de Sevilla y la Alcazaba de Málaga, entre otros.

En Fundación SAMU intentamos dar respuesta a las necesidades de estos jóvenes. No sólo a las más básicas, sino también a las que intentan fomentar su diversión y aprendizaje, las cuales puedan recordar cuando sean mayores y les hagan crecer como personas.

Estos jóvenes llegan a nuestro país solos, con dudas, asustados. Y aunque desde nuestra fundación trabajemos a diario la integración, vivimos en una sociedad que, en ocasiones, no lo pone fácil. De ahí la importancia de que ocupen un lugar en ella.

Allí se sintieron parte de nuestra historia, parte de un todo que desemboca en el mismo lugar, las personas. Sin importar raza u origen, todos estaban allí, contemplando el arte, llenando su curiosidad con cuentos e historias de la Alhambra, y pudieron contemplar que hay mil motivos para seguir aprendiendo, para seguir confiando y obtener todo aquello por lo que un día arriesgaron, una nueva vida, llena de posibilidades.

Es fascinante cómo un detalle marca la diferencia. Cómo se puede cambiar ciertos pensamientos en un solo día de convivencia y de nuevas experiencias. Ellos comprendieron todo el esfuerzo que se realizó desde dirección para conseguir las entradas, de cuantas personas intentaban acceder ese día sin poder hacerlo, de la planificación y el cariño que pusimos para poder llevar a cabo este viaje tan especial.
En el residencial no somos conscientes de las habilidades sociales que les transmitimos hasta que no llevamos a cabo actividades como éstas, donde te sientes orgullosa de ellos y de todo el equipo.

Alhambra: Gracias por adornar un día de su vida; gracias por pintar en ellos una sonrisa de esperanza.

 

Autora: Rebeca Sánchez García. RB Motril SAMU

Familia de acogida Motril SAMU

Lucía y José Luis, familia de acogida: “Nos encanta pasar nuestro tiempo con ellos”

Desde el recurso RB Motril SAMU queremos contar la historia de dos de nuestros niños más pequeños. Gracias a todo el equipo, hemos logrado que puedan estar juntos en una familia de acogida, la familia de Lucía, José Luis y su hijo Sergio. Llenos de cariño e ilusión, comenzaron este viaje para poder ofrecer lo mejor que tenían. Y no, no era una cuestión de dar, sino de recibir, y mucho, porque, tras esta breve conversación con Lucía, nos hemos dado cuenta de lo feliz que se sienten, de cuánto les ha aportado esta experiencia, y de lo maravilloso que es dar sin esperar nada a cambio.

—¿Conocían la posibilidad de ser familia de acogida para menores en protección?
—No, no tenía ni idea de que existía esta posibilidad. Siempre hemos querido ser una familia numerosa, nos hemos criado con hermanos, y sabíamos de la importancia de una infancia con hermanos. Sin embargo, tras tener a nuestro hijo, tuvimos problemas y no pudimos tener más. Así que al ver que un familiar tenía a un niño en acogida permanente, me informé y descubrí que existía la posibilidad de disfrutar los fines de semana con alguno de estos niños en protección, así que no dudamos en dar un paso adelante.

—Ante la decisión de querer ser familia de acogida, ¿han sentido miedo?
—Nunca hemos tenido miedo, aunque a veces sí hemos sentido incertidumbre. Escuchábamos que se daban casos de robo y amenazas en los barrios cercanos a un centro de menores aquí al lado, pero quitando eso, estábamos muy ilusionados.

—¿Cómo son Sadja e Ismail? ¿Por qué dos niños en acogida?
—Nuestro primer menor en acogida estuvo muy poco tiempo con nosotros y le costaba relacionarse con la familia. Cuando conocimos a Sadja e Ismail, nos dimos cuenta de que eran dos niños muy cariñosos y bromistas. Son educados y respetan a todo el mundo. Sé que están muy unidos por su situación, y en ningún momento quisimos separarles. Así que aquí estamos, con estos dos peques formando parte de nuestra familia de una forma muy especial.

—¿Qué suelen hacer con ellos?
—Nos encanta pasar nuestro tiempo con ellos. Me acompañan cuando salgo a correr, hacen deporte conmigo, hablamos mucho en casa, paseando… Hacemos excursiones en familia, vamos al cine, hacemos deberes… Me hacen formar parte de su vida y eso es muy bonito, disfruto mucho de su compañía.

—¿Cómo han reaccionado las personas de su entorno?
—Tanto nuestra familia como nuestros amigos nos apoyaron en esta decisión. Están integrados con ellos, incluso con el resto de vecinos. No sentimos ninguna muestra de racismo por parte de nadie, al revés, todos quieren conocerlos.

—¿Qué palabra usarías para definir esta experiencia?
—Gratificante. Para mí ha sido un aprendizaje y además una ayuda para mi hijo. Está aprendiendo a compartir, a ayudar. Le encanta estar con ellos, jugar, conocer su cultura. Está siendo consciente de lo afortunado que somos al estar juntos, que hay muchas familias que por circunstancias no pueden. Todos estos valores tan humanos y tan necesarios son gracias a la experiencia de ser familia colaboradora, y con eso me quedo.

Autoras: Rebeca Sánchez y Miriam Núñez. RB Motril SAMU