El equipo de SAMU Iberoamérica.

La semilla de SAMU Iberoamérica

SAMU continúa cruzando fronteras, y a los numerosos proyectos y programas sociosanitarios puestos en marcha en España, Marruecos y Estados Unidos, la organización se ha lanzado hacia una nueva aventura: SAMU Iberoamérica. El contralmirante de Armada del Perú en la reserva Santiago Llop Meseguer es el director de este proyecto con sede en Lima, que cuenta con el apoyo y la colaboración del abogado Sergio Tapia y del señor Nelson Asto en el ámbito de la administración y la comunicación.

La relación de SAMU con Perú, e Iberoamérica en general, comenzó en el año 2013 a través del Campus Internacional para la Seguridad y la Defensa (CISDE) y la Escuela Superior de Guerra Naval del Perú. En aquella época, la Marina de Guerra del Perú necesitaba profesores para las asignaturas de Políticas de Defensa y Seguridad Internacional para sus cursos de Comando y Estado Mayor y Alto Mando Naval”, explica Santiago Llop. Ambas instituciones, a través del contralmirante, contactan entonces con el director general de SAMU, Carlos González de Escalada, organización que cuenta con una prestigiosa escuela de emergencias en Gelves (Sevilla).

“A raíz de este primer contacto, comenzó una relación comercial y de amistad entre Carlos González de Escalada y yo. Con los años, esta amistad fue creciendo y surgieron conversaciones sobre la posibilidad de que SAMU diera el salto y tuviera presencia en Iberoamérica”, detalla Llop.

Más tarde, en 2019, SAMU firmó un convenio de colaboración con el Ministerio de Defensa del país andino por el cual la organización española se comprometía a formar durante 30 meses a tres mujeres médicas de la élite de las Fuerzas Armadas de Perú en un programa académico en atención prehospitalaria, emergencias, catástrofes y gestión de crisis, y prevención de riesgos de desastres.

El objeto del acuerdo era apoyar la gestión de capacitación y tecnificación, a través de la transferencia de tecnología, intercambio de experiencias, actividades de investigación científica y organización de programas académicos encaminados a la formación, capacitación y certificación de profesionales en el campo de las emergencias y prevención de riesgos de desastres, para su ejecución y desarrollo a nivel internacional y nacional. SAMU se comprometía así a la formación, capacitación, evaluación y certificación de profesionales de la salud en su sede de Sevilla.

Tras estas experiencias, en diciembre de 2020 se llevaron a cabo varias reuniones con el fin de analizar la situación en América del Sur y se determinó que sería Perú el país donde se iniciarían las operaciones de SAMU en Iberoamérica.

Según explica Santiago Llop, en los primeros meses de 2021 SAMU se propuso cinco objetivos estratégicos para el desarrollo de SAMU en Iberoamérica a corto y largo plazo. El primer objetivo es la instalación legal de una representación de SAMU en Perú y el posicionamiento de la marca SAMU en el país andino. “Esto es de vital importancia para dar a conocer la organización en Perú, así como todos sus recursos, proyectos y servicios”, anota Santiago Llop.

El segundo de los objetivos es la búsqueda de cooperación para proyectos de acción social en la Amazonia peruana, especialmente, en la cuenca del río Napo, en coordinación con instituciones peruanas del Estado y no estatales como por ejemplo el Ministerio de Salud, la Marina peruana y la empresa Servicios Industriales de la Marina (SIMA-Perú).

Uno de estos proyectos de acción social consistiría en la cooperación para la construcción de una ambulancia fluvial con el fin de poder ejercer ayuda humanitaria en las zonas ribereñas más necesitadas y vulnerables del país en la misma línea que ya lo hacen las Plataformas Itinerantes de Acción Social, más conocida como PIAS.

Las PIAS son buques de la Marina de Guerra del Perú, que, trabajando conjuntamente con el Programa PAÍS del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS), se utilizan como plataformas multiservicios para acercar los programas y servicios del estado peruano a las poblaciones nativas y rurales de la Amazonía y a las poblaciones que se encuentran en las inmediaciones del lago Titicaca. Así pueden contribuir al desarrollo y el bienestar de poblaciones vulnerables alejadas de las zonas urbanas que además se encuentran en condiciones de pobreza o, incluso, extrema pobreza.

Esta labor se enmarca dentro de la Estrategia de Acción Social con Sostenibilidad (EASS), que impulsó y creó en 2012 la Marina de Guerra del Perú. Actualmente, según explican desde el equipo de SAMU Iberoamérica, la EASS se encuentra a cargo del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social y realiza, a través de las PIAS, veinte campañas anuales en la Amazonía.

La misión principal de las PIAS es ofrecer atenciones médicas y servicios de alta calidad en el campo de la salud (medicina general, obstetricia, odontología, laboratorio, inmunizaciones, control del crecimiento y desarrollo de los niños, farmacia, triaje, telemedicina).

Otro de los objetivos estratégicos planteado por SAMU para su desarrollo en Perú consiste en dar a conocer Escuela SAMU y el amplio catálogo de cursos que el centro educativo oferta en España, especialmente los cursos de posgrado y de nivel técnico, con el propósito de firmar alianzas para crear una red educativa que permita a los alumnos realizar la parte teórica de su formación en Perú y la parte práctica en España.

SAMU también se plantea, dada su experiencia en el campo de la salud mental gracias a la clínica SAMU Wellness de Montequinto (Dos Hermanas, Sevilla) la creación de un centro médico especializado en enfermedades mentales en la ciudad de Lima. Este centro se complementaría con un Centro Médico privado de especialidades médicas (psicología, psiquiatría, nutrición, ginecología, cardiología) en los distritos de Cieneguilla y en otro de la capital.

Y, por último, el quinto objetivo, es el estudio de la posibilidad de implantar estos mismos servicios y programas en otros países de Iberoamérica, como Ecuador, El Salvador, Honduras, Panamá, Argentina y Uruguay. Existen ya diversos proyectos con departamentos, municipios y el propio Ministerio de Salud en Ecuador para abordar auditorias médicas, formación y la gestión de diversos centros de adicciones.

Por otro lado, en 2020 y 2021, SAMU ha protagonizado tres misiones humanitarias en Iberoamérica. La primera de ellas, SAMU respondió en agosto de 2020 a la solicitud de ayuda emitida por parte del Gobierno de El Salvador ante el aumento de contagios en plena pandemia mundial de Covid-19. La misión marcó un hito por su repercusión mediática e institucional en ambos países. Ese mismo año, en diciembre, un equipo de SAMU acudió a Honduras para dar respuesta a las necesidades de la población tras el paso de dos fuertes huracanes.

Costa Rica ha sido la última misión humanitaria llevada a cabo por SAMU hasta el momento. En junio de 2021, una veintena de enfermeros y técnicos en emergencias sanitarias acudieron al país centroamericano para apoyar a los sanitarios locales ante la incesante expansión del Covid-19.