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El respiro familiar también es posible en Salud Mental

A veces no somos conscientes de que necesitamos un respiro familiar. Cuando asumimos la responsabilidad del cuidado de pacientes con enfermedades mentales tendemos a desatender parte de nuestra vida. Abandonamos otras responsabilidades familiares, aspectos relacionados con el trabajo, con nuestro ocio… y en definitiva, hay esferas de nuestra vida que quedan incompletas por la falta de tiempo. 

La cuestión es que esta desatención a la propia vida no resulta saludable para los propios cuidadores. El estrés o la ansiedad provocados por este tipo de situaciones acaban afectando a su salud y pueden tener consecuencias negativas. Por ello, en Samu Wellness ofrecemos un programa de respiro familiar que brinda un descanso a aquellas familias o personas del entorno del paciente que puedan necesitarlo.

Creemos que resulta fundamental el cuidado de aquellos que cuidan. Por este motivo, ofrecemos atención temporal al plazo que se necesite para así ayudar a reducir el estrés, agotamiento que supone el cuidado de este tipo de pacientes. Además es también una forma de prevención de situaciones de crisis que se producen tanto a nivel personal como familiar. En todo momento, nuestros pacientes quedan atendidos por el equipo Wellness que se encargará de su cuidado y supervisión, dentro del plan terapéutico establecido. Con una atención individualizada y personalizada, nuestros pacientes podrán acceder a terapias y participar en su los talleres ocupacionales que le ayuden en su proceso de curación.

Tendemos a sentirnos culpables cuando no prestamos toda la atención que creemos que debiéramos al enfermo al que cuidamos. Pero es necesario que el cuidador continúe con su vida de forma natural. Debe salir, trabajar, disfrutar de sus amigos y familia… A veces, los cuidadores tienden a olvidarse de sus vidas, poniendo toda la atención en el enfermo, esto no les beneficia. Para ser un buen cuidador, es necesario cuidarse y dejarse cuidar. Asistir a pacientes con enfermedades mentales supone una carga física y emocional que requiere un descanso cada cierto tiempo para que podamos seguir realizando nuestra labor. El respiro familiar se enmarca como una medida eficaz para combatir el estrés, la ansiedad  y el cansancio acumulado.

Todos merecemos una vida Wellness, comienza con tu cambio, cuenta con nosotros.

¿Realmente descansamos en vacaciones?

Somos muchos los que durante el año soñamos con nuestras  anheladas vacaciones, soñamos con descansar, desconectar de móviles, ordenador, trabajo para casa… Y precisamente estas son algunas de las cosas que debemos evitar si realmente queremos desconectar y recargar pilas en vacaciones.

Nuestro cuerpo y nuestra mente necesitan un tiempo para poder volver a combatir la rutina con ganas de más. Pero  ¿cómo lo hacemos? , desde Samu Wellness te ofrecemos estas orientaciones para que disfrutes más que nunca de tus vacaciones:

Si eres de los que te cuesta madrugar no dudes en desconectar el despertador durante las vacaciones.  Durmiendo entre 7 u 8 horas, tu cuerpo y tu mente descansaran y estarán activos todo el día. Y como en verano hay tiempo para todo  ¿por qué no una buena siesta? Las siestas de aproximadamente 30 minutos ejercen un efecto rejuvenecedor, así que procura no tener que mirar el calendario cuando te levantes…

Vigila tu alimentación ¡Cuidado con los empachos! Comer saludable es una obligación, da igual en qué periodo del año nos encontremos.  En verano nos apetecen alimentos frescos como el gazpacho o las ensaladas. El pescado y la carne no deben faltar en nuestra dieta mediterránea al igual que las 5 piezas de fruta diaria. El mar y los baños en la piscina abren nuestro apetito, pero procura evitar comer entre horas y fritos. Además, no debemos olvidar que nuestro cuerpo pierde más cantidad de agua debido a las altas temperaturas, por eso procura mantenerte hidratado bebiendo agua.

La lectura puede ser un gran descubrimiento del verano. Sumergirnos en las páginas de una buena novela nos aleja de los problemas de cada día. Además, también es un tiempo que empleamos en nosotros mismos. Gracias a la ficción, nuestra mente viaja.  Cuánto mejor nos sintamos con nosotros mismos mejor nos sentiremos con los demás. Lo mismo ocurre con la música, aprender a tocar un instrumento o simplemente pararnos a escuchar música cuida nuestro humor, nos ayuda a conocernos a nosotros mismos, nuestras emociones, nuestros recuerdos…

El móvil y el ordenador hacen que estemos las 24 horas del día conectados. No se trata de apagar ambos dispositivos, ya que no siempre es posible, pero si procurar una dosificación en su uso. Tampoco llevarnos trabajo pendiente,  un buen descanso pasa por desconectar, por prestar atención a aquello a lo que durante el año el tiempo no nos alcanza, para ver a las personas con las que pasamos poco tiempo, a las que echamos de menos, para establecer relaciones de apoyo que nos sirvan como corcho en el mar de la vida. Comparte preferencias y aléjate de aquello que no aporta.

¡Ejercicio físico! El buen tiempo y los lugares naturales como la playa o la montaña son espacios propicios para el deporte.  Escoge un deporte que se adecue  a tu personalidad y practícalo de forma regular, los efectos se notan de forma instantánea. ¿Sabías qué tus huesos descansan en movimiento?

Diviértase, disfrute, baile, salte, corra… ¡Siéntase vivo! Las vacaciones no solucionarán nuestros problemas, pero sin duda resultarán de gran ayuda para volver a la rutina con más ganas.

Cuando uno se siente bien consigo mismo comienza a disfrutar del lado bueno de la vida.

Qué hacer en caso de lipotimia

Consejos para que tus pies sobrevivan a la Semana Santa

POR Mª REYES GONZÁLEZ

En Semana Santa los pies son los que más sufren. El tiempo que uno está sin tomar asiento y los largos paseos pasan factura, de ahí que la elección de un calzado adecuado sea fundamental. Desde SAMU te ofrecemos una serie de consejos para tus pies no sufran daño estos días.

La piel debe hidratarse con frecuencia y las uñas deben tener un corte adecuado, en cuadrado, para que no se claven en las punteras de los zapatos.

Se recomienda que el calzado de caballero tenga una suela flexible y gruesa, y es importante que el empeine quede bien sujeto. En el caso de las mujeres, es aconsejable que el tacón no supere los cuatro centímetros y que la base sea ancha y flexible. Ambos tipos de calzado deben ser transpirables.  Los calcetines también son una parte muy importante del atuendo, ya que protegen los pies del contacto directo con el zapato. Por esta razón se recomienda que el tejido de estos sea de algodón o lino.

No sólo se trata de cuidar los pies antes de salir de casa, también se deben tomar medidas mientras uno se encuentra en la calle. Por ejemplo, en las paradas se aconseja cambiar la posición de los pies con frecuencia y realizar movimientos de rotación en cada pie para mantenerlos activos y evitar que el peso del cuerpo recaiga en el pie directamente durante un tiempo prolongado. Cambiar la pierna de apoyo y colocarse levemente de puntillas mejorará la circulación. En ningún momento uno debe descalzarse, ya que esto provocará que salgan ampollas cuando los zapatos vuelvan a los pies, además éste estará hinchado.

Con respecto a la higiene de los pies, se recomienda evitar baños prolongados y, sobre todo, procurar secar bien el espacio que se queda entre los dedos. Se aconseja baños de agua tibia o fría. Si además durante el descanso se mantienen los pies elevados, esto mejorará la circulación de los mismos, al igual que si se masajean los dedos hacia el talón.

Si se quiere realizar la estación de penitencia descalzo, se recomienda usar una crema que contenga un porcentaje alto de un compuesto químico denominado urea para evitar las infecciones. Es imprescindible lavar bien los pies al terminar la estación de penitencia.

Con sólo una noche de adecuado reposo, los pies estarán recuperados. Si aparecen ampollas no deben abrirse, sino limpiarse con un antiséptico y cubrir con gasa, y consultar al podólogo. Comer e hidratarse también ayudan al buen cuidado de los pies.