5 alimentos para combatir la rutina

Septiembre está a punto de comenzar y para muchos la rutina ya ha empezado. Para volver al trabajo con energía e ilusión, desde Samu Wellness te proponemos 5 alimentos que ayudarán a tu cuerpo contra esta batalla tras el verano:

El Plátano: se trata de una fruta muy nutritiva rica en vitaminas B6 y C, ácido fólico, magnesio y potasio. El plátano te aporta muchísima energía para empezar la rutina con ganas y buen humor sobre todo si lo tomas por las mañanas. Reducirá nuestra ansiedad e irritabilidad ya que regula nuestro sistema nervioso y mejora nuestra circulación.

Nueces y Almendras: pertenecen al grupo general conocido como frutos secos. Son una de las principales fuentes de energía y con ellas mejoramos nuestra capacidad para absorber carbohidratos, ayuda a la digestión y disminuye el colesterol. Las nueces son muy ricas en fibra, magnesio, calcio y vitamina B. Las almendras aportan también vitamina E y son antioxidantes. Si eres estudiante, debes saber que también mejoran el rendimiento intelectual y la memoria. Además, ¡No engordan!

 

El Salmón: rico en omega 3, se trata de un pescado que ayuda a disminuir los niveles de colesterol, contiene vitaminas B2, B3, B12 y B6 entre otras  y combate la inflamación del cuerpo.  Favorece al sistema nervioso y es fuente de magnesio y yodo.

Legumbres: es bien sabido que las legumbres se enmarcan como pieza central en una dieta equilibrada y saludable. Contienen proteínas, hidratos de carbono, fibra y vitamina B; que proporcionan al cuerpo una gran dosis de energía, aquella que te ayudará a combatir la vuelta a al rutina.

Cacao puro: o chocolate 70% cacao. Dos onzas al día aumentarán tu estado de ánimo, tu energía y favorecerán tu sistema nervioso central. ¡Ahora no tienes excusa!

Hoy es un buen día para comenzar con una nueva vida, una Vida Wellness. Consumiendo estos alimentos no sólo mejorarás en la vuelta a la rutina sino que además, empezarás a disfrutar del lado bueno de la vida.

¿Qué le ocurre a nuestra mente cuando viaja?

Tiempo de viajes: de trenes, aviones o travesías en coche. Viajar abre nuestra mente, nos ayuda a conocer otras culturas, otras costumbres, otras personas. Pero  ¿Por qué nos gusta tanto viajar? ¿Qué le ocurre a nuestra mente cuando viaja? ¿Cuáles son sus beneficios?

Ya sea en la montaña, la playa o en ciudad, viajar es una experiencia enriquecedora que nos aporta mucho. Nuestro cerebro se estimula y desarrolla cuando conecta con lugares que no le resultan habituales. Por este motivo, viajar fomenta la imaginación y la creatividad. Conocer otras culturas aviva nuestra tolerancia, la humildad y nos libera de prejuicios.

Un hombre cuelga de un cable, Praga

Descubrir sabores, olores, paisajes y personas nos ayuda a reforzar nuestra mente y nos ofrece una oportunidad diferente para aumentar la confianza en nosotros mismos. Y es que, lejos de casa, crecemos en la adversidad. Independientemente de si viajamos acompañados o no, en familia o con amigos, en los viajes se plantean problemas cuya búsqueda de soluciones refuerzan nuestra mente.  Asimismo, ayudan a crear lazos entre los miembros de las familias y amigos, se crean anécdotas que se recordaran con cariño.  Aprendemos a valorar lo que tenemos.

Viajar te hace sentir vivo. Durante los viajes nuestro cuerpo permanece activo, y aunque no nos demos cuenta, practicamos ejercicio físico, lo que ayuda a mantener enérgicos nuestros huesos y músculos.  Lo cierto es que los contrastes llaman nuestra atención, nos sacan de la conocida y famosa zona de confort, e incluso, pueden acabar sorprendiéndonos aspectos de la rutina que forman parte de nuestro día a día.

Esta libertad con la que nos sentimos, nos permite reflexionar y descubrirnos a nosotros mismos.  Estos “descubrimientos” son una oportunidad para crecer como persona  pues nuestro cerebro se estimula ante las novedades y los desafíos. Por eso, no dejes de viajar, es parte fundamental de la una Vida Wellness. Y es que, además, aumenta nuestra paciencia y nos ayuda a disfrutar del lado bueno de la vida.

6 pasos para entrenarnos en MINDFULNESS

Una sola respiración, una sola mente.

Seguramente habrás oído hablar del MINDFULNESS. Se trata de una técnica de meditación que sin connotación espiritual tiene como objetivo tener conciencia plena o mejorar nuestra vida siendo conscientes de lo que nos ocurre.

Nos ayuda a reducir el estrés en nuestra vida profesional y personal. Mejora nuestra atención, concentración y emoción, así como nuestra capacidad de disfrutar. Dejamos de ser testigos de lo que ocurre y conectamos con el  mundo que nos rodea, olvidando incluso el cansancio, el hambre, las molestias…  Deportistas de Élite como Roger Federer o Kobe Bryant realizaban este tipo de entrenamientos para conectar la mente con la respiración. Todo ello en un espacio de riguroso silencio.

Parte de la práctica se basa en la observación, en ser conscientes de en qué estado nos encontramos, por ejemplo, si estamos escribiendo en el ordenador con una postura tensa y agarrotada y nos damos cuenta de ello, podremos corregir esa postura y nuestro cuerpo sufrirá menos las consecuencias.

En Samu Wellness te ofrecemos 6 pasos para entrenarte en MINDFULLNESS:

  1. Deja de Pre- ocuparte y Ocúpate

Debemos concentrarnos en lo que tenemos que hacer, no sólo en el objetivo  que tenemos que conseguir. El estado de alerta genera estrés y ansiedad. Cometer un error no implica que tengamos que castigarnos por ello. Mejor será optar por centrarnos en lo que queremos conseguir, el próximo salto siempre será mayor. Sólo los tropiezos harán que aprendas a pisar mejor.

  1. Aceptar lo que no depende de nosotros no es resignarse, es aceptar

A menudo enfocamos mal la energía. La fuerza no puede centrarse en aquello que no depende de nosotros, tan sólo debemos aceptarlo.  El ímpetu debe dirigirse a aquello de lo que sí podemos ocuparnos. Apostemos por nosotros mismos en aquello que podemos controlar, dejemos que el resto complete la tarea.

  1. Nuestro peor rival somos nosotros mismos, nos conocemos mejor que nadie

Las dudas o el fracaso pueden convertirse en nuestro peor rival. Nuestra mente posee una gran cualidad: la creatividad. Ayúdate de ella para crear aquello que quieres. Los pensamientos negativos pueden apartarse, nos dañan si le prestamos atención. Crea tus propios pensamientos, disfruta de tu imaginación, da lo mejor de ti.

  1. Mente de principiante

No caigas en lo habitual, en lo cotidiano. Cada día puede ser diferente, y en cada paseo, en cada momento puedes descubrir algo nuevo. Por ejemplo, el primer día que corremos nos fijamos en si la ropa es cómoda, si el calzado está bien atado, nuestra respiración si es acelerada o lenta… detalles y sensaciones que se van perdiendo con la rutina.

  1. Nuestro rendimiento marcará el resultado, disfrutémoslo

La importancia del camino. El estrés por conseguir determinados resultados puede acabar con nosotros y nos impide centrarnos en el presente. El foco de atención debe estar en el camino, en cada paso que damos, con el que aprendemos, con el que disfrutamos.

  1. Vivir con incertidumbre es permitir que todo fluya

Recuerda que siempre puedes apartar aquellos pensamientos que te lleven a un futuro catastrófico.  Escucha tu cuerpo, aprende de él y con él, agradécele sus cualidades y descúbrete cada día.  Ya sabes que no puedes controlarlo todo, pero ahí reside la esencia de la vida, déjate llevar, relájate, disfruta.

La rapidez y la instantaneidad marcan nuestra vida profesional y personal. Si bien, no podemos cambiar todo el entorno que nos rodea, lo que sí podemos es decidir de manera consciente  cómo afrontar el camino. Con MIDNFULNES generamos habilidades que mejoran nuestra vida, reducimos nuestro estrés y sobre todo vivimos aquí y ahora.

Las vacaciones pueden ser un buen momento para comenzar con estas técnicas. Por ejemplo, date una ducha en modo consciente, no simplemente porque sea un hábito y corresponda hacerlo antes de ir al trabajo; tómala como una oportunidad para desarrollar la atención plena. Sentir la temperatura del agua, escuchar como cae, el olor del jabón, la suavidad de tu piel, mil y un estímulos hay en una ducha que pueden hacernos estar concentrados en ella. ¿Cuántas veces has sido consciente de la ducha? ¿Te ocurre estar inmerso en tus pensamientos, pensando en qué ropa te pondrás, dónde has aparcado el coche o qué tal irá la reunión de las 10?  Regálate momentos.

No te preocupes si al principio no logras mantener tu atención, se trata de un ejercicio de observación que, como todo, requiere su entrenamiento.

Cuando uno se siente bien consigo mismo comienza a disfrutar del lado bueno de la vida.

¿Realmente descansamos en vacaciones?

Somos muchos los que durante el año soñamos con nuestras  anheladas vacaciones, soñamos con descansar, desconectar de móviles, ordenador, trabajo para casa… Y precisamente estas son algunas de las cosas que debemos evitar si realmente queremos desconectar y recargar pilas en vacaciones.

Nuestro cuerpo y nuestra mente necesitan un tiempo para poder volver a combatir la rutina con ganas de más. Pero  ¿cómo lo hacemos? , desde Samu Wellness te ofrecemos estas orientaciones para que disfrutes más que nunca de tus vacaciones:

Si eres de los que te cuesta madrugar no dudes en desconectar el despertador durante las vacaciones.  Durmiendo entre 7 u 8 horas, tu cuerpo y tu mente descansaran y estarán activos todo el día. Y como en verano hay tiempo para todo  ¿por qué no una buena siesta? Las siestas de aproximadamente 30 minutos ejercen un efecto rejuvenecedor, así que procura no tener que mirar el calendario cuando te levantes…

Vigila tu alimentación ¡Cuidado con los empachos! Comer saludable es una obligación, da igual en qué periodo del año nos encontremos.  En verano nos apetecen alimentos frescos como el gazpacho o las ensaladas. El pescado y la carne no deben faltar en nuestra dieta mediterránea al igual que las 5 piezas de fruta diaria. El mar y los baños en la piscina abren nuestro apetito, pero procura evitar comer entre horas y fritos. Además, no debemos olvidar que nuestro cuerpo pierde más cantidad de agua debido a las altas temperaturas, por eso procura mantenerte hidratado bebiendo agua.

La lectura puede ser un gran descubrimiento del verano. Sumergirnos en las páginas de una buena novela nos aleja de los problemas de cada día. Además, también es un tiempo que empleamos en nosotros mismos. Gracias a la ficción, nuestra mente viaja.  Cuánto mejor nos sintamos con nosotros mismos mejor nos sentiremos con los demás. Lo mismo ocurre con la música, aprender a tocar un instrumento o simplemente pararnos a escuchar música cuida nuestro humor, nos ayuda a conocernos a nosotros mismos, nuestras emociones, nuestros recuerdos…

El móvil y el ordenador hacen que estemos las 24 horas del día conectados. No se trata de apagar ambos dispositivos, ya que no siempre es posible, pero si procurar una dosificación en su uso. Tampoco llevarnos trabajo pendiente,  un buen descanso pasa por desconectar, por prestar atención a aquello a lo que durante el año el tiempo no nos alcanza, para ver a las personas con las que pasamos poco tiempo, a las que echamos de menos, para establecer relaciones de apoyo que nos sirvan como corcho en el mar de la vida. Comparte preferencias y aléjate de aquello que no aporta.

¡Ejercicio físico! El buen tiempo y los lugares naturales como la playa o la montaña son espacios propicios para el deporte.  Escoge un deporte que se adecue  a tu personalidad y practícalo de forma regular, los efectos se notan de forma instantánea. ¿Sabías qué tus huesos descansan en movimiento?

Diviértase, disfrute, baile, salte, corra… ¡Siéntase vivo! Las vacaciones no solucionarán nuestros problemas, pero sin duda resultarán de gran ayuda para volver a la rutina con más ganas.

Cuando uno se siente bien consigo mismo comienza a disfrutar del lado bueno de la vida.